Cyrus Massoumi, fundador de ZocDoc, dirige la startup Dr. B para reducir el número de dosis que pueden acabar en la basura. Es una especie de sistema de alerta de emergencia para las vacunas contra el COVID-19 descongeladas que, normalmente deben inyectarse 6 horas siguientes a su descongelación.
Dr. B: la startup que distribuye las vacunas sobrantes
Según The Verge, las citas perdidas han sido un lastre para la atención sanitaria convencional, durante mucho tiempo, sobre todo en tiempos de pandemia, transformándose en un problema inusualmente vital. El 20-30% de las citas para la vacuna no se cumplen, lo cual deja una dosis de vacunación descongelada que debe utilizarse en un plazo de 6 horas o se pierde definitivamente.
En relación con la cantidad de las dosis caducadas, el gobierno de los EE.UU. menciona que pocas dosis se dejan caducar. En su lugar, los centros de vacunación las distribuyen a empleados o cualquiera que se encuentre fuera. Sin embargo, esto ha generado una confusión caótica y un enfoque aleatorio de las prioridades. Massoumi describe la situación como «subóptima».
La startup pretende servir como una lista de espera para esas situaciones, entregando a los proveedores una forma fácil de convocar a los pacientes dispuestos en cuestión de horas. En la actualidad, más de medio millón de personas se han inscrito en la lista de espera, indicando su código postal y rellenando una versión del cuestionario de su estado. Cuando un proveedor acaba con las dosis descongeladas, Dr. B envía mensajes de texto a los participantes de los códigos postales cercanos, realizando un triaje según la lista de niveles del departamento de salud estatal.
Una vez enviado el mensaje, el participante tiene 15 minutos para confirmar que puede ir al proveedor, y luego dos horas para llegar al lugar y vacunarse. Si dice que no puede llegar, pasará al final de la cola (dentro de su grupo de prioridad).
Definitivamente, un gran proyecto que se está impulsando en EE.UU. Si bien existen otras iniciativas, Dr. B se ha convertido en la más importante, absorbiendo el proyecto Vaccination Standby en febrero, convirtiéndose en un esfuerzo de rápido crecimiento. Hace dos semanas, tenían 300.000 personas inscritas. En la actualidad, medio millón y contando.
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