Las fake news han causado una gran preocupación por la prevalencia y los efectos negativos de la desinformación. Sobre todo, en las campañas políticas y las elecciones que determinan el futuro de las naciones. Un reciente estudio demuestra una relación preocupante entre los baby boomers y las noticias falsas. En el presente artículo, analizaremos los datos y daremos nuestra opinión al respecto.
Definamos dos conceptos clave
Seguramente, has escuchado ambos conceptos, pero no conoces la definición correcta. No obstante, si los conoces y sabes a qué nos referimos, puedes saltarte esta parte del artículo.
Un «baby boomer» es una persona que nació en el baby boom, fenómeno que se denomina explosión demográfica. Es decir, la cantidad de personas que nacen superan a la cantidad de personas que fallecen. También, se conoce como sobrepoblación. Éste hito en la historia de la humanidad se produjo tras la Segunda Guerra Mundial, específicamente entre los años 1946 y 1965.
Por otro lado, las noticias falsas o «fake news» son contenidos pseudoperiodísticos que son difundidos a través de los medios de comunicación tradicionales y las redes sociales, con el objetivo de desinformar a la población. Tienen una intención deliberada de manipular decisiones personales, engañar, desprestigiar o enaltecer una institución, entidad o persona, además de obtener ganancias económicas o rédito político.
Baby boomers y las noticias falsas: un estudio preocupante

Dado el potencial para la difusión de las fake news, el equipo de investigadores de la Universidad de Princeton y la Universidad de Nueva York examinó las características a nivel individual asociadas con el intercambio de artículos falsos durante la campaña del actual presidente de EE.UU., Donald Trump. En consecuencia, vincularon una encuesta original con la actividad de intercambio de los encuestados, tal y como puede registrarse en los datos del perfil de Facebook.
Primero, encontraron una relación extraña: compartir el contenido falso no era una actividad habitual. No obstante, las personas conservadoras son más propensas a compartir fake news que, en 2016, eran pro-Trump en su orientación. Además, encontraron un fuerte efecto de edad. Éste persiste después de controlar el partidismo y la ideología. Por lo que, en promedio, los usuarios mayores de 65 años de edad compartieron casi 7 veces más fake news que el grupo etario más joven.
La difusión de las fake news por rango etario
Según el estudio, los investigadores se sorprendieron que los casos de difusión de fake news en la campaña electoral de Donald Trump fueron escasos y raros. Además, señararon que es un contexto importante dada la alta relevancia de éstas en las narrativas postelectrorales, en relación al papel de las campañas de desinformación de las plataformas social media.
Además, los investigadores documentaron que, tanto la ideología política como la edad, estaban asociadas con la difusión del contenido falso. Por lo que, dada la orientación pro-Trump tanto en el suministro como en el consumo de las fake news, incluso en las redes sociales, se espera que los usuarios más conservadores compartan el contenido de dominios de noticias falsas.
Sin embargo, los datos que corresponden a las personas que mantienen una ideología política constante o la identificación por un partido político son desconcertantes. Los hallazgos indican que ambos perfiles son más propensos a compartir fake news en cada categoría de edad, comparado con los más jóvenes. Además, la brecha existente entre la tasa de intercambio de fake news entre los baby boomers y los más jóvenes es grande y bastante notoria.
Baby Boomers y las noticias falsas: desafíos y oportunidades

Los hallazgos del estudio son un claro desafío para los científicos sociales. Los politólogos tienden a favorecer las explicaciones basadas en predisposiciones partidistas o ideológicas estables y arraigadas de manera profunda. La generación más grande de Estados Unidos se jubila en un momento de cambios demográficos y tecnológicos radicales.
No obstante, ha existido una falta de atención a las generaciones más antiguas en el comportamiento político, hasta ahora. El estudio señala que se necesita más investigación para la comprensión y una mejor contextualización entre la edad y el contenido político online.
El desafío más grande será la alfabetización digital en los adultos mayores, para que determinen la confiabilidad de las noticias encontradas en línea. Los investigadores deberán desarrollar medidas de alfabetización en los medios digitales basadas en la competencia que abarque los tipos de habilidades necesarias para identificar y evadir los contenidos dudosos, con el objetivo de maximizar su compromiso.
Los cohortes de los futuros estudios deben renovarse
Así que, será necesario un enfoque renovado en las cohortes de edad más avanzada. Dentro de la cohorte del estudio, los niveles de alfabetización digital más bajos podrían verse agravados por la tendencia a utilizar los avales sociales como indicadores de credibilidad. Si esto se comprueba, implicaría un impacto creciente a medida de que más adultos mayores se unan a las comunidades digitales.
No obstante, existe una segunda posibilidad poco alentadora que sugiere un efecto general del envejecimiento en la memoria. La memoria se deteriora con la edad de una mera que socava la resistencia a las «ilusiones de la verdad». La gravedad de éstos aumentaría, teóricamente, con la complejidad del entorno de la información y la prevalencia de la desinformación.
Los investigadores sugieren que ya no se debe centrar la atención entre la adquisición de las habilidades de los jóvenes y en la brecha entre los «nativos digitales» e «inmigrantes digitales».
Además, el estudio aprovechó un nuevo conjunto de datos novedoso y poderoso, combinando respuestas a encuestas y datos de rastreo digital. Por lo que, supera los sesgos conocidos en la selección de muestras y los autoinformes sobre el comportamiento en línea.
Baby boomers y las noticias falsas: el rol de la alfabetización mediática
No sólo debe existir una alfabetización digital, sino que es necesaria la alfabetización mediática, con el objetivo de diferenciar las noticias falsas de las verdaderas. Las elecciones democráticas deben ser transparentes, justas y, sobre todo, éticas.
Nos quedamos con la siguiente frase del estudio: «si la alfabetización mediática es un factor explicativo clave, ¿cuáles son las intervenciones que podrían aumentar efectivamente la capacidad de las personas para discernir la calidad de la información en un entorno mediático complejo y de gran capacidad de elección, repleto de claves sociales y políticas contradictorias?».
No cabe duda que existirán nuevas metodologías e iniciativas para contrarrestar a las fake news. Es cierto que algunas redes sociales están tomando cartas en el asunto, pero no será suficiente.
Recomendaciones para combatir las fake news
Entonces, ¿cómo podemos diferencias las fake news de las que realmente son fidedignas? ¿Cómo podemos verificar la calidad de la información? Sigue las siguientes recomendaciones:
- Antes de compartir, tómate un minuto y piensa. No creas la noticia, ni compartas el texto con inmediatez.
- ¿Te causó una reacción emocional fuerte? Duda, desconfía y no asumas nada por hecho. Las fake news son utilizadas para causar sorpresa o rechazo.
- No asumas nada. Cuestiona todo. Si la noticia te dice explícitamente que creas en ella o muestra por qué debes desconfiar, no la compartas. Un medio de comunicación fidedigno incluirá enlaces y documentos oficiales.
- Desconfía de las noticias «bomba» o demasiado rimbombantes. La producción de un reportaje toma tiempo y exige profesionales cualificados.
¿Y tú? ¿Qué opinas sobre el comportamiento de los adultos mayores en las plataformas social media? Síguenos para saber más sobre las Generaciones Digitales.
Discusión sobre este post